Qué mejor que preparar tus propios falafel caseros y descubrir cómo este plato clásico del medio oriente puede llevar tus papilas gustativas a un emocionante viaje de sabores. Los falafel, unos pequeños bocados crujientes por fuera y suaves por dentro, son una delicia versátil que puedes disfrutar como aperitivo, en un wrap, en ensaladas o incluso solos.
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Ingredientes (4 personas aprox):
- 1 taza de garbanzos secos (remojados durante la noche)
- 1 cebolla pequeña, picada
- 3-4 dientes de ajo
- 1/2 taza de perejil fresco
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de cilantro molido
- 1/2 cucharadita de pimienta
- 1 cucharadita de sal (al gusto)
- 2 cucharadas de harina de garbanzo (opcional, para ayudar a unir la mezcla)
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- Aceite vegetal para freír
Preparación:
- Enjuaga los garbanzos remojados y escúrrelos bien. Luego, colócalos en un procesador de alimentos junto con la cebolla, el ajo y el perejil. Procesa hasta obtener una mezcla gruesa y uniforme.
- Agrega el comino, el cilantro, la pimienta roja y la sal a la mezcla. Procesa nuevamente para que los sabores se mezclen.
- Si la mezcla parece demasiado húmeda, agrega la harina de garbanzo para ayudar a unir la masa.
- Transfiere la mezcla a un tazón y añade el bicarbonato de sodio, mezclando bien.
- Forma pequeñas bolas o discos con la masa, del tamaño que desees tus falafel.
- Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio. Cuando esté caliente, agrega los falafel y fríelos hasta que estén dorados y crujientes por fuera, unos 3-4 minutos por lado. ¡Listo para disfrutar!
Como recomendación, sirve los falafel caseros con tu salsa favorita, en un pan pita con vegetales frescos, o simplemente como aperitivo.